Hola!

Mi nombre es Lucia Antonini.

Empecé en el arte a la edad de 5 años. Ya desde pequeña tenía un talento especial y a la edad de 6 años hice mi primera exposición en el Museo de Tokio, ya que gané uno de los concursos infantiles más importante a nivel mundial.

A los 7 años, tenía mi dossier montado y mis padres lo llevaron a las Galerías de la ciudad.

A la edad de 9 años ya había vendido toda mi producción y mis padres habían comprado una casa en Menorca, por lo que nos habíamos trasladado allí.
La experiencia a la orilla del mar, y el contacto con un mundo de artistas, me inspiraron tremendamente. Me codeaba con Tapies, Picasso, Miró, Dalí… todos juntos o por separado.

Con 11 años me invitó el Moma a exponer mi primera individual.

Con 15 años ya había terminado el colegio, porque se me daba muy bien y cansada ya de tanto éxito artístico, decidí que mi vida la dedicaría a plantar sombrillitas en parques de figuras de hielo, en época de Navidad.

www.ficcionyfuncion.com

Platoniq: somos una organización híbrida de Barcelona.

Trasladamos el espíritu peer to peer de intercambio entre iguales al entorno de la ciudad, más allá del uso que mayoritariamente hoy se hace de esta tecnología: el intercambio de música y películas.

Producimos kits (S.O.S, Banco Común de Conocimientos, Burn Station) situados en espacios públicos, dirigidos a conectar personas y organizaciones que tienen intereses comunes bajo la filosofía de la auto-organización ciudadana y el reciclaje de recursos.

Para saber más de nosotr*s y nuestros proyectos visita:
www.platoniq.net
www.youcoop.org

¡Hola, somos Spiral!

Spiral es una compañía de teatro y hace, claro, teatro, pero pocas veces dentro de los edificios conocidos por ese nombre. Nosotros creemos en el teatro como oportunidad para crear espacios seguros en los que reflexionar colectivamente sobre cuestiones incómodas (más conocidas como “problemas”) o intereses globales o personales. Y para esto utilizamos lugares bonitos o de importancia histórica o social como la plaza de un pueblo, una clase, un edificio abandonado, una estación de tren o un museo.

El teatro nos sirve para ensayar la realidad. Actuar (por algo los “actores” se llaman así) en vez de tanto estar sentado. Y todo esto, que suena tan serio, siempre desde la diversión, ¡que hay reírse mucho!

Sólo tenemos tres reglas (eso sí, las seguimos a rajatabla): caos, dirección y amor.